14 secretos del mundo de la cria y reproduccion del pajaro canario - Articulo numero: 61 - 05 del año 2021.
El pájaro canario silvestre o bien serín canario (Serinus canaria) es una suerte de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). Pese a su nombre tanto común como científico es autóctono de múltiples subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Turbes y Madeira, y no solo de las primeras. Su familiar más próximo es verdecillo europeo (S. serinus).
El pájaro canario se considera, conforme una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, de forma conjunta con la palmera canaria.3 Su hábitat natural se sitúa en áreas semiabiertas, como huertos y arboledas. Hace el nido en arbustos o bien árboles.
Conforme Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, seguramente, tiene unas angostas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos y cada uno de los canarios bien pudiese estar en las especies que viven en África del Sur.
El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de exactamente la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y cobrizo. Llega hasta los trece cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje suele ser de entre 5 y diez años, como máximo.
Aunque los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos actualmente (blanco, naranja, cobre, amarillo, etc.) presentes en los canarios familiares. En verdad, el canario colorado fue el primer animal creado mediante selección genética, introduciendo los tonos colorados en el plumaje mediante el cruce con el cardenalito.
Este género de ave habita en una amplia pluralidad de ecosistemas, desde bosques de pino y laurel hasta en dunas de arena. Es más habitual en áreas semiabiertas con árboles pequeños, tales como huertos y bosquecillos. Se da habitualmente en hábitats creados por el hombre, tales como parques y jardines. Este ave se encuentra desde el nivel del mar hasta cuando menos una altitud de 760 metros. en Madeira, hasta 1100 metros en las Azores, y sobre 1500 metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.
El pájaro Canario se alimenta en el suelo o entre la flora baja, por norma general lo hace en bandadas. Su dieta se compone principalmente de semillas, como las de las malas yerbas, las de poáceas y frutos. También se nutre de otras partes vegetales y de pequeños insectos.
Es un ave gregaria que de manera frecuente anida en conjuntos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo construyen sobre un árbol o bien arbusto a una altura superior a 160 cm del suelo, más comúnmente a entre tres a cuatro m. Está bien oculto entre las hojas, de forma frecuente en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, yerba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Azores.
Estas aves son de color azul pálido o azul-verde con máculas violeta o rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de tres a 5 huevos, logrando producir exitosamente un promedio de dos a 3 crías al año. Los huevos se incuban entre 13 y 14 días y los polluelos abandonan el nido desde los catorce días hasta los veintiún días, con mayor frecuencia entre los 15 y diecisiete días.
El pájaro canario familiar fue criado por primera vez en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus precios eran prohibitivos. Los frailes fueron los que comenzaron a criarlo, y para hacer que el costo se sostuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, algunos criadores de estas aves italianos consiguieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí solos, con lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un comienzo eran propiedad solo de personas adineradas pero, con el tiempo, empezaron a ser criados asimismo allá haciéndose muy populares y brotando muchas razas por medio de la cría selectiva.
Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada e intensa selección artificial de los criadores de todo el mundo redundó en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el cual fueron elegidas, los canaricultores las acostumbran a dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos en la actualidad, entre los que se hallan el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo brillante, naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o bien mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, jaspe, etc. Mediante la combinación de estos colores, se generan los cientos de colores de plumajes posibles.
El canario familiar se cruza de manera fácil con otras especies de la familia de los fringílidos, incluso de otros géneros, como por servirnos de un ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus). Algunos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabecita negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo denomina mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una yegua. Otros son fértiles; en verdad, los plumajes con bastante difíciles tonalidades de color colorado solo pudieron ser introducidas en el canario doméstico en el año 1835, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de manera natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario colorado resultante fue el primer animal creado gracias a la integración de genes de otra especie mediante selección genética. Asimismo se ha logrado hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras especies.
El pájaro Canario se alimenta de una mezcla de semillas, especialmente de alpiste y mijo, aceptando además, yerbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento específico para la muda el que debe añadirse a la mezcla de costumbre.
Durante la reproducción es esencial una buena nutrición. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o migas de galletas. También se les puede dar hueso de sepia para proporcionar el calcio necesario para una correcta formación de las cascarillas de los huevos. A lo largo de la alimentación de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, junto con semillas germinadas.
Este género de pájaro necesita contar con permanentemente de agua fresca para beber, que se debe mudar todos y cada uno de los días.
El lugar donde se dispondrá la jaula deberá tratarse de un lugar seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o bien calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año va a ser de su agrado, aunque en algunas regiones cálidas puede llegar a morir si permanece en lugares radiantes sin un sombreamiento filtrado. Debe contar con de un recipiente para bañarse. Una vez por semana debe limpiarse el fondo de la jaula para que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario preferirá dormir en él.
Es algo bastante difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o por su comportamiento. Un dato clave jilguero es que la mayoría de los machos cantan y la mayor parte de las hembras no lo hacen. Al acercarse la primavera es posible observar algunos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.
En general, en el canario familiar se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda aproximadamente las doce horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, mas puede ser inducido a que ocurra antes por medio de la iluminación artificial y la calefacción.
Se encuentra apto para el apareamiento al cumplir los siete meses de vida; generando nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo seis años en el caso de los machos.
Durante los últimos días de invierno, se pone sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una rejilla o bien una chapa opaca y se pone un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material a fin de que lo construya, el que puede contener arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o de cualquier mamífero, etcétera Al encontrarse tan cercano a la hembra, el macho va a cantar continuamente y de manera potente y variada, tratando de seducir a su posible pareja. Cuando se observa una respuesta conveniente de la hembra, como por servirnos de un ejemplo el admitir que el macho la nutra de pico a pico por medio de los barrotes, se podrá correr la reja lo suficiente para dejar que el macho cruce al otro ámbito. Si aún ella no se encuentra en celo probablemente se van a suceder peleas, por lo que va a haber que dividirlos nuevamente, y reiniciar el intento luego de dos días, o cuando tenga la mayor parte del nido construido, por lo que será más probable que admita al macho. Si la hembra ya se encuentra en ese periodo, la pareja no entrará en conflicto y pronto se comenzarán las montas por la parte del macho.
Luego de unos siete días de los apareamientos, la hembra comienza a oviponer, a un ritmo de uno al día, hasta totalizar de uno a seis huevos —generalmente de tres a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color marrón o bien castaño; el tamaño promedio es de 19 mm de largo por quince mm de ancho.12 Como al poner su segundo o bien tercer huevo la hembra empieza a incubarlos, ciertos criadores retiran los primeros 2 o tres huevos y los sustituyen con huevos falsos —hechos de plástico o bien porcelana—, los que solo serán nuevamente, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto provoca que los huevos se incuben de manera acompasada, eclosionando de este modo todos a la vez o en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que algunos puedan morir por apetito o aplastamiento. Hay que tener en consideración que en los primeros días los polluelos prácticamente duplican su tamaño día a día.
El periodo de incubación oscila entre 12 y dieciséis días, siendo mayor cuanto más frío está el entorno, aunque por lo común es de entre 13 y 14 días. Durante ese tiempo, por norma general la hembra se sostendrá sobre el nido para mantener el calor imprescindible a fin de que pueda madurar un pichón en todos y cada huevo. Aunque todo este proceso algo la desgasta, va a ser el macho el que le lleve el comestible hasta el nido. Por último los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y prácticamente desnudos de plumas, salvo un tanto de plumón en el dorso y la cabeza. Su crecimiento es notable, en tanto que con solo dieciocho a veinte días de vida ya poseen un tamaño similar al de sus progenitores, plenamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.